La eólica no es una tecnología más. En España somos afortunados, contamos con un recurso natural e infinito: el viento, con el que generamos un cuarto de la electricidad que consumimos. Actualmente, la eólica es la primera tecnología de nuestra matriz energética. Los parques eólicos están presentes en prácticamente todas las comunidades autónomas, se instalan en los entornos rurales que se benefician de los ingresos, creación de empleo, infraestructuras y desarrollo.
Hace semanas participé en unas jornadas sobre la aceptación social de los proyectos renovables. En una sala céntrica de Madrid nos reunimos unas 100 personas. Se me ocurrió un rápido sondeo: pedí que las personas que vivían en un entorno rural levantaran la mano. Solo ocho personas de las reunidas para debatir sobre la aceptación de los proyectos renovables decían vivir en el entorno rural. Y lamentablemente esta realidad se repite con frecuencia. ¿Quiénes son los que más elevan la voz para argumentar en contra de las renovables?
Parques eólicos en zonas rurales: ¿Sí o no?
En prensa hemos visto el siguiente artículo publicado en medios regionales: “Los pedáneos de Campoo de Yuso denuncian amenazas por su defensa de los eólicos. Se sienten hostigados por las plataformas contrarias a los parques, a los que definen como “pancartistas” que ni siquiera son de nuestros pueblos”. Y una alcaldesa de Aragón publicaba en un periódico local una carta que decía así: “¿Por qué queremos un parque eólico en nuestro municipio? Bienvenido sea el parque si podemos mejorar los servicios municipales y las infraestructuras, o si podemos dar más calidad a la atención de los niños y los mayores”.
Esta es la contradicción que estamos viviendo. Hay pueblos que quieren que se instalen parques eólicos porque son conscientes del efecto positivo para sus vecinos y cuentan con el consenso de sus vecinos. ¿Por qué tienen que sentirse amenazados por los anti renovables?
Ante los argumentos naifs de algunas plataformas anti renovables, que alegan que no quieren producir electricidad en su entorno que no será consumida por ellos, tendríamos que preguntarles ¿Y la electricidad que hoy están consumiendo donde piensan que se produce? La falta de información es la amenaza más peligrosa. Por ello, es fundamental comunicar, divulgar, informar, cooperar y dejar que los vecinos, los protagonistas de la convivencia con la eólica puedan decidir si quieren o no eólica en sus entornos.
Integración de la eólica en la vida rural española
Los pueblos que tienen eólica en sus entornos han superado debates que hoy están vivos en zonas sin parques eólicos. Los vecinos que llevan años conviviendo con los aerogeneradores pasean por los caminos alrededor de los parques y los han integrado en su paisaje, compatibilizando el terreno con la agricultora o la ganadería. Conocen los beneficios que conlleva tener un parque eólico en sus campos y cruzan los dedos para que el parque eólico siga funcionando muchos años más. Y no solo hablamos de los parques eólicos, también de las más de 250 fábricas que hay en España especializadas en la producción de los aerogeneradores.
En nuestro país fabricamos cada una de las piezas que forman parte de un aerogenerador. La eólica es producción de electricidad, fabricación de los aerogeneradores y todo un sector alrededor de su operación y mantenimiento. ¿El operador de una grúa de gran tamaño que alza el aerogenerador es también eólico? Por supuesto que si, como el profesional que predice el viento para un parque concreto, el que supervisa el estado de la maquina con un dron y todos aquellos profesionales, más de 40.000 en España, que dedican su día a día a la eólica.
España es el segundo mercado europeo en volumen total de ventas de aerogeneradores eólicos (detrás de Alemania), y quinta potencia mundial en la exportación de aerogeneradores. La potencia media de los aerogeneradores que hoy se exportan es de 5,5 MW. El incremento de la potencia media en 5 años ha sido del 57%. Estamos ante un sector industrial competitivo y referencia en el mundo entero. Por esta cadena de valor completa instalada en el país, la eólica no es una tecnología más.
El término de la “España Vacía” puede transformarse en el de la “España Ilusionada”, como el alcalde de Hornillos de Cerrato, un pequeño municipio de Palencia con siete parques eólicos, mencionaba recientemente al hablar de lo que la eólica ha supuesto para su pueblo. Dejemos que los protagonistas de la transición energética decidan sobre su futuro y si quieren parques eólicos, desarrollo y progreso.
Piluca Núñez
Directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Asociación Empresarial Eólica