El sector eólico valora los resultados de la subasta para el otorgamiento del Régimen Económico de Energías Renovables como un avance que permite áreas de mejora

4 de febrero de 2021

• Los megavatios adjudicados a la eólica en la subasta celebrada el 26 de enero de 2021 supondrán una inversión superior a los 1.000 millones de euros, ayudando a garantizar el empleo a más de 30.000 personas.
• El diseño de las próximas subastas deberá afinarse para garantizar el ritmo de avance de cada tecnología identificado en el PNIEC, generando el máximo valor para la economía española y reconociendo el valor de la capacidad de fabricación del sector en España.

La potencia total eólica adjudicada en la subasta ha sido de 998 MW, que ha sido asignada a 7 empresas. Actualmente, la eólica cuenta con el 100% de la cadena de valor ubicada en nuestro país, es la primera tecnología por potencia instalada de nuestro mix y la segunda por producción. Con los resultados de la subasta, la eólica será la primera tecnología del mix en potencia y producción en los próximos años.

Según los cálculos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), los proyectos adjudicados a la eólica supondrán una inversión superior a 1.000 millones de euros, ayudando a mantener los más de 30.000 puestos de empleo de valor añadido con desarrollo profesional, trayectoria, versatilidad y poder adquisitivo competitivo.

AEE considera que la participación de la eólica en esta subasta ha resultado ser alta, muestra del interés por parte de los promotores eólicos en la obtención del esquema retributivo que ofrece, del compromiso del sector en avanzar anualmente hacia el cumplimiento del PNIEC, y de la existencia de una bolsa de proyectos maduros, suficientemente grande como para poder cubrir dichos objetivos a lo largo de los próximos años.

Para Juan Virgilio Márquez, CEO de AEE: “La eficacia de la reciente subasta debe medirse por la ratio de proyectos realmente ejecutados en el plazo asignado y por el impacto positivo que genere en la cadena de valor. La subasta debería ayudar a equilibrar, encauzar y controlar el ritmo de avance de cada tecnología para cumplir el PNIEC. Por tanto, el dimensionamiento de los cupos mínimos de cada tecnología y el calendario de puesta en marcha de los proyectos debe respetar la proporcionalidad que cada tecnología tiene asignada para cumplir con el PNIEC. En el caso de la eólica, el sector puede asumir anualmente cupos más amplios que el actual. El impulso al sector eólico español es necesario para contribuir a la recuperación económica en los próximos años”.

Subastas renovables y objetivos PNIEC
La subasta es una herramienta que ayuda a una velocidad de incremento de las renovables. No obstante, las subastas no son un mecanismo suficiente para cumplir con los objetivos del PNIEC.

El avance de la eólica anual debería estar en torno a los 2.200 MW para poder alcanzar los 50.333 eólicos instalados en 2030. Por tanto, el cupo de eólica de la subasta actual con 1.000 MW, más los ya planificados 1.500 MW anuales hasta el 2025, no son suficientes. Garantizar un ritmo de avance anual de los proyectos es imprescindible para evitar tensiones en la cadena de suministro.

El reto es habilitar un diseño de subastas anuales futuras que permita aprovechar al máximo las características de cada tecnología, no compitiendo entre ellas sino sumando esfuerzos, y que vele por la cadena de valor existente en nuestro país. La competencia bajo esquemas de neutralidad tecnológica obliga, aun disponiendo de cupos garantizados para cada tecnología, a estrategias agresivas de los actores, que pueden no tener en consideración las implicaciones en nuestra cadena de valor existente.

No obstante, además de las posibilidades que ofrece la subasta, hay otros proyectos eólicos maduros que estratégicamente optan por otros mecanismos como PPAs o merchant con coberturas, para su desarrollo y que seguirán contribuyendo al crecimiento de la potencia eólica necesaria para cumplir el PNIEC. La coexistencia de los diferentes mecanismos hará posible alcanzar dichos objetivos, avanzar en la descarbonización y en una mayor electrificación.

Subasta, cupo por tecnología y calendario
El cupo eólico establecido en la subasta, 1.000 MW eólicos (menos de 250 aerogeneradores con los modelos actuales), implica realmente una carga de trabajo muy por debajo de la capacidad del sector, que está cercana a los 4.000 MW/año. Por tanto, garantizar un ritmo de avance anual de los proyectos con la dimensión adecuada es imprescindible para evitar tensiones en la cadena de suministro.

Asignar 500 MW más de cupo mínimo a la eólica ayudará a dar estabilidad a la cadena de valor ubicada en nuestro país y asegurará mayor reducción de emisiones de CO2 que con cualquier otra tecnología.

La fecha de instalación de los nuevos megavatios adjudicados para la eólica en la subasta es 2024. El sector eólico precisa de una planificación de fabricación para 2022 y 2023 para que los centros industriales cuenten con la visibilidad y predicción necesarias, que evite tensiones en la cadena de valor.

Precio de la electricidad y la eólica
El incremento de la eólica en nuestro sistema abarata el precio de la electricidad. La energía eólica genera muchas horas de producción en horas de alta demanda, disminuyendo la factura de la electricidad para el consumidor y para la industria.

El desarrollo acompasado de la eólica con su objetivo para 2030 tiene una gran relevancia para reducir el riesgo de altos precios de la electricidad en los meses de invierno. Ante un aumento esperable de la demanda eléctrica en los próximos años, es fundamental aumentar la generación eólica especialmente en los meses de invierno para evitar que se vuelvan a reproducir los altos precios vistos en la segunda semana de enero de este año.

La eólica es la única tecnología renovable competitiva disponible que puede dar más generación en esas horas cruciales de consumo eléctrico de los días de invierno aumentando la potencia instalada. No aumentar el cupo eólico al nivel necesario para alcanzar los 50,3 GW eólicos en 2030 sería arriesgarse a tener con mayor frecuencia altos precios de la electricidad en los meses de invierno, que son precisamente aquellos en los que más electricidad consumen los ciudadanos y las empresas, y que más afectan a su factura energética total.