Ya está aquí la descarbonización. Análisis de TÜV SÜD

Alcanzar la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se ha convertido en compromiso para la comunidad internacional entre 2050 y 2100. Para conseguir este objetivo de reducción de emisiones GEI es fundamental cambiar las formas en las que la energía es consumida y producida. Lo analiza en este artículo Ángel del Peso Biendicho, Business Line Manager de Eficiencia Energética en TÜV SÜD España y Portugal.

Hace 10 años, la Unión Europea ya marcó sus objetivos de reducción de emisiones GEI para 2050, estos deberían situarse entre un 80 y un 95% respecto a 1990. Para conseguir este objetivo de reducción de emisiones GEI es fundamental cambiar las formas en las que la energía es consumida y producida. Se habla de nuevos vectores energéticos que permitan desligarnos, tanto en uso residencial como industrial, del petróleo. También será necesario que el mix de generación eléctrica evolucione hasta llegar a conseguir el 100% de origen renovable, siempre con suficiente capacidad de respaldo para la seguridad de suministro.

Dentro de este marco hay que tener claro que la energía más limpia, es aquella que no es necesaria generar porque no se va a consumir. Para que se produzca el inevitable cambio, es imprescindible buscar y apoyarse en la eficiencia energética. La implantación de medidas que permitan reducir la intensidad energética demandada actualmente (en todos los procesos y a todos los niveles), es crucial para que el resto de palancas de descarbonización tengan el éxito esperado. Como consumidores, tanto en nuestra forma de vivir, como en nuestra forma de trabajar, tenemos que interiorizar la cultura de hacer un uso responsable de la energía que consumimos. Debemos cambiar el chip, olvidar el concepto “energía de usar y tirar” para poder aprovechar al máximo todas las transformaciones que la energía sufra tras nuestros usos. De la misma manera, tenemos que ser prudentes en la manera que tenemos de realizar ese consumo.

Como ejemplo, todos sabemos que, en nuestros habituales vehículos con motores de combustión interna, la manera en la que actuamos sobre el acelerador y el freno tiene un impacto directo en el consumo medio que arroja el indicador del cuadro de instrumentos. Podemos conseguir una media de consumo elevada conduciendo de una manera más intensa, o una media mucho más baja conduciendo de manera más relajada, pero siempre realizando el mismo trayecto; y esto es aplicable a todos los ámbitos de la vida. Esto nos evidencia la necesidad de medir, sin datos no podremos establecer cuál es el punto de partida, dónde queremos llegar ni que medidas de eficiencia deberemos implantar para conseguir nuestros objetivos.

Desde TÜV SÜD llevan más de 10 años acompañando a sus clientes para confeccionar el camino a recorrer, ayudándoles a identificar el punto de inicio y las medidas de eficiencia energética a implantar en sus instalaciones con su servicio de Auditorías Energéticas, también les apoyan para medir consumos y establecer planes de ahorro energético, verificando los resultados de los planes puestos en marcha con su servicio SoftEnergy.