Alta velocidad para las renovables. Por Manuel Pazo, presidente de EGA 

29 de noviembre de 2022

Los acontecimientos nos pasan por encima. El anuncio de una de las primeras navieras del mundo, Maersk, de realizar una inversión multimillonaria en Galicia para crear una planta de metanol verde nos ha cogido con el pie cambiado a todos. Y por lo poco que vamos sabiendo de los detalles del proyecto, parece claro que el potencial eólico de Galicia ha sido determinante a la hora de elegir su mejor ubicación. Una vez más debemos recordar que los proyectos renovables, casi todos amparados en los fondos europeos Next Generation, deben ser alimentados con energías verdes, como la eólica y fotovoltaica. La estrategia de Maersk apunta a una rotunda apuesta por la descarbonización del transporte naval. Desde la Asociación Eólica de Galicia ya alertamos antes de la pandemia de la necesidad de electrificar los transportes por tierra, mar y aire con energías renovables.

Galicia fue líder mundial en desarrollo eólico terrestre y, ahora, llevamos tres años parados en el peor momento de nuestra historia reciente, padeciendo la era post-covid, la guerra de Ucrania, la dependencia y encarecimiento energéticos, la inflación desbocada y el cambio climático, tan perceptible ya como el coste de la cesta de la compra. En cuanto al desarrollo e implementación de la éolica marina en nuestras costas también hay cada vez más proyectos e interés por parte de las Administraciones y las empresas. Volvemos a tener una oportunidad extraordinaria para reindustrializar el país en el ámbito más determinante ahora mismo en el mundo: la energía. Hablamos de fuertes inversiones y significativa creación de empleo de calidad.

La Agencia Internacional de la Energía pronostica que la demanda energética, en los próximos quince años, crecerá en torno a un 30%. Sobre estas premisas, en plena transición ecológica y bajo una emergencia climática, urge agilizar el desarrollo renovable, que en Galicia pasa por la tecnología eólica, tanto terrestre como marítima. No olvidemos tampoco los esperanzadores proyectos que Navantia pondrá en marcha en Ferrol para seguir siendo punta de lanza en el diseño y creación de plataformas. Por empleo, economía, industria, independencia y aire limpio, viento gallego, en la tierra y en el mar.