La energía eólica será la principal fuente de generación de electricidad en España en 2021

10 de diciembre de 2021

La energía eólica supera a la nuclear en 2021 y lidera la generación de electricidad en España por primera vez desde 2013. Desde entonces, la eólica no ha dejado de crecer en potencia instalada, una tendencia que seguirá en los próximos tiempos. La eólica ha aportado el 23,1% de cobertura de la demanda en lo que llevamos de 2021.

Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la potencia instalada de aerogeneradores casi se duplicará de aquí a 2030. En ese periodo, el ritmo de crecimiento de la solar fotovoltaica será aún mayor (la potencia instalada se cuadruplicará con creces), hasta convertirse en la segunda fuente de generación más importante, pero todavía lejos de la eólica incluso si se añade la aportación de la termosolar. La potencia nuclear instalada bajará, por su parte, a menos de la mitad de su nivel actual. Y tanto el ciclo combinado (las centrales alimentadas con gas natural) como la hidráulica mantendrán su peso en un matriz en el que desaparecerá por completo el carbón. Además, el incremento en la generación eólica y solar fotovoltaica en lo que va de 2021 acercará al conjunto de todas las renovables a la mitad de la tarta de generación: aportarán, conjuntamente, cerca del 47%, según datos de Red Eléctrica.

Con los precios del gas natural disparados —en Europa hoy cuesta el cuádruple que en enero pasado— y los derechos de emisión de CO₂ por las nubes, dos factores que han arrastrado consigo al mercado mayorista de la luz —2021 será, por mucho, el año más caro de la historia—, la eólica es más relevante que nunca para abaratar la factura de la luz. La ecuación es clara: cuanto más aporten los aerogeneradores y las placas solares, menor será el coste para los consumidores y empresas adscritos al mercado regulado, también conocido como PVPC. La mejor prueba de esta máxima fue el pasado verano, cuando, para compensar la falta de viento, los ciclos combinados tuvieron que aumentar su actividad, arrastrando consigo los precios. Bajo el actual sistema marginalista, el precio de la luz lo fija el último megavatio hora que entra en el mercado, que en el último año ha sido, en muchos tramos horarios, los ciclos combinados.