Si existe un aspecto que jamás se debería descuidar dentro del sector eléctrico en general, y del eólico en particular, es sin duda alguna la seguridad de todas las personas implicadas en cada uno de los procesos que conforman este método de generación de energía eléctrica. Si bien existen múltiples riesgos diferentes durante todas las etapas que conllevan la explotación de un parque eólico (desde su construcción hasta su mantenimiento) aquellos accidentes relacionados con la energía eléctrica se caracterizan por la potencial gravedad de sus efectos en las instalaciones y de las lesiones provocadas a las personas afectadas, si no se han tenido en cuenta las medidas de prevención y seguridad adecuadas.
No hay duda de que el sector eólico está concienciado y comprometido con la importancia de la seguridad y con el alto valor de la prevención de riesgos laborales. No obstante, se presta especial atención a la protección de equipos eléctricos y sistemas, frente a efectos como el contacto eléctrico, sobrecargas, cortocircuitos, etc., y todavía no es habitual en nuestro entorno encontrar medidas de protección activa y/o pasiva específicas frente al arco eléctrico o arc flash en este tipo de activos. Pero, antes de continuar…., ¿en qué consiste el fenómeno del Arc Flash?
Se conoce como arco eléctrico al paso de corriente entre dos elementos en tensión a través de un elemento que los separa y actúa como aislante en condiciones normales, normalmente aire. Existen diferentes situaciones que pueden desencadenar en un accidente de arco, como pueden ser sobretensiones, deterioro del material aislante, procedimientos de trabajo inadecuados, etc. pero por lo general, se produce tras un contacto inicial accidental, que desemboca en la ionización de dicho elemento aislante. Mientras dure este fenómeno, se produce una explosión en la que se pueden llegar a liberar cantidades enormes de energía térmica (Cal/cm2), lo que conlleva temperaturas extremas, provocando quemaduras en las personas afectadas, emisión de un flash luminoso que puede afectar gravemente a la visión, liberación de gases tóxicos muy dañinos para el sistema respiratorio, niveles de ruido del orden de cientos de decibelios y proyección de partículas de metal fundido que actúan como metralla, entre otros.
Este tipo de accidentes son especialmente graves, debido a su capacidad para retroalimentarse hasta que el circuito es abierto (despeje de la falta) o la separación entre los elementos conductores aumenta tanto, que el propio arco eléctrico no puede mantenerse.
Las características intrínsecas de los aerogeneradores, las enormes potencias generadas, el espacio tan reducido en el interior de la nacelle y de la propia torre, o la dificultad que conlleva la evacuación de personal herido, desembocan en un mayor riesgo presente para todo el personal que ejecuta, opera o mantiene el sistema de generación. Además, esta falta de espacio agrava las consecuencias producidas durante la explosión que se genera en un accidente de Arc Flash y aumenta la probabilidad de que se desarrolle una reacción en cadena que afecte a otros elementos de la instalación. Por otro lado, no debemos olvidar el riesgo por arco presente en aquellos trabajos eléctricos de maniobra o mantenimiento que se realizan constantemente en los centros de control y subestaciones que forman parte de propio parque de generación.
SGS, dispone de todos los medios técnicos y humanos para reducir al mínimo posible las consecuencias de estos accidentes, mediante la aplicación de metodologías que permiten:
• Obtener una estimación de esta energía térmica liberada durante la explosión, lo que posibilita conocer qué equipos de protección individual se deben emplear en aquellos trabajos con riesgo de Arc Flash,
• Conocer las características que deben cumplir para proteger a los operarios frente a este riesgo y las distintas distancias de seguridad a partir de las cuales se deben utilizar (Arc Flash Boundary) siempre en base a la normativa nacional e internacional de reconocido prestigio como la NFPA 70E, IEEE 1584 o nuestro RD 614/2001.
Además, es prioritario implementar diferentes alternativas o vías de protección adicionales en aquellos puntos de las instalaciones donde la energía incidente sea especialmente elevada, mejorando con ello la protección colectiva y evitando así una sobreprotección de los trabajadores, algo que a menudo, termina siendo contraproducente e incluso puede aumentar la probabilidad de que se genere un accidente eléctrico inesperado.